MEN IN BLACK CONSPIRACY .- En el año de 1994 no solo aconteció la devaluación del peso mexicano, el levantamiento del EZLN en Chiapas, o el primer lanzamiento de Linux; no solo murió Kurt Cobain, Nixon y Colosio… también aconteció un suceso misterioso y hasta la fecha, irresoluto: el científico Jacobo Grinberg-Zylberbaum se esfumó…
Este investigador mexicano desarrolló vitales e interesantes teorías y prácticas en la neurociencia contemporánea.
Publicó más de cincuenta libros acerca del cerebro, la consciencia humana y cómo es posible que personas como los chamanes o nahuales realizaran actos como hacer llover, mover materia con el pensamiento y demás actos sobrenaturales.
Sus investigaciones se fundamentan en estudios y concepciones de la Mecánica Cuántica contemporánea, aproximaciones Psicofisiológicas, elementos de la Mística Judía y Cristiana, desarrollos del Budismo, los Vedantas, del Yoga Hindú y en específico, las vivencias de los Chamanes Mexicanos.
Lo que marcó profundamente su desarrollo y provocó que él optara por dedicar el resto de sus días a comprender la estructura del cerebro humano fue la muerte de su madre a causa de un derrame cerebral cuando él era un infante de once años.
Eventualmente egresó de la Facultad de Ciencias de la UNAM titulándose en Psicología y fundó el Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia en la máxima casa de estudios de México.
Continuó aprendiendo y obtuvo un doctorado en el New York Medical College. El Dr. Grinberg, además de ser un científico, tenía un espíritu ávido de conocimiento metafísico y lo buscaba a través de las enseñanzas del Budismo Zen y Tibetano, o en las obras vedantas.
Él tenía una motor interno que invariablemente lo llevaba a entrelazar la epistemología con la espiritualidad.
Tras doctorarse en el NY Medical College de EEUU comenzó a impartir clases en la la facultad de Ciencias en la UNAM y al mismo tiempo se adentró en los campos esotéricos de ese México místico que a muchos les da pena, o miedo entrar.
Ahí fue aprendíz de una gran sabia que llamaban Pachita.
Bárbara Guerrero «Pachita« fue una gran chamán tepozteca, quien tuvo una vida dura emocionalmente y de carencias materiales.
De niña fue abandona por ambos padres, pero un negro antillano que practicaba magias africanas la acogió y fue su gran tutor.
Antes de ser la gran curandera vivía de cantar en los camiones o de vender boletos de lotería, también formó parte de la revolución junto a Pancho Villa.
El Dr. Grinberg fue su discipulo y su escribano. Pachita le confió muchas enseñanzas y anécdotas a Jacobo, y éste supo aplicarlas a su vida espiritual y profesional.
Pero no fue cosa fácil, no olvidemos que él era un psicofisiólogo; tendía a percibir la realidad de manera lógica y razonable.
Cuando él tuvo el privilegio de trabajar en el laboratorio junto a Pachita, se encontró con sucesos inverosímiles y actos que parecían un atropello a la realidad convencional.
No daba crédito a sus sentidos cuando observaba el transplante de un pulmón o una cirugia cerebral sin ningún tipo de anestesia ni aparatos quirúrijicos occidentales.
No lograba entender como Pachita era capaz de suturar una herida abierta con tan solo el calor de las palmas de sus manos.
Todo eso iba en contra de lo que había aprendido en la facultad de Ciencias o en su doctorado. Pero no desistió, se admiraba e intentó comprender esos sucesos desde un plano científico.
Entonces comenzó a frecuentar a más brujos, curanderos, etc.
Es probable que estos seres místicos vieran algo en Jacobo, algo auténtico y curioso que los convencía de ir con él a los laboratorios en la UNAM para ser estudiados y examinados, pues él quería desmenuzar y comprender el cosmos.
Los estudios y resultados que obtuvo el Dr Grinberg fueron asombrosos porque fueron capaces de romper con los paradigmas que el científico y el humano actual suelen tener.
Por ejemplo, en un estudio realizado a niños de México y del Tibet, comprobó mediante el método científico la Teoría de la habilidad extrasensorial de visión dermo-óptica, en pocas palabras, ver con los ojos cerrados.
Los experimentos los llevo a cabo con niños no mayores a 8 años los cuales tenían ejercicios continuos de meditación e intra-percepción, lo cual acentuaba su sensibilización y les capacitaba para observar con la mente.
Estas investigaciones a niños propensos al desarrollo de herramientas cognitivas calificadas como «extra-sensoriales» demuestran el potencial humano que en realidad deberíamos estar impulsando; opuesto al sistema de enseñanza mundial el cual poco ha cambiado en 150 años.
En otro estudio, analizó las frecuencias energéticas que manifiesta el cerebro durante estados meditativos de conciencia. Empleaba técnicas avanzadas de medición eléctrica que le permitían registrar cuándo, cómo y qué camino recorre la información en el cerebro para activar neuronas, alguna región o hemisferio.
Con estos estudios pudo comparar como el uso del cerebro de un estudiante u oficinista es tan distinto a como lo usa un chamán o un nahual. Pues este último utiliza un área casi total del cerebro así como ambos hemisferios.
Dentro de estos experimentos también fue capaz de comprobar mediante el método científico la actividad telepática, qué él definió como Transmisión precisa de información entre dos cerebros separados en el tiempo/espacio.
Para lograrlo situaba a dos sujetos en distintas estancias, al primero lo exponía a símbolos, textos o imágenes y el segundo sujeto (usualmente un chamán o nahual) era capaz de ver y describir aquello a lo que el primer sujeto estaba expuesto.
También realizó investigaciones y estudios de las ondas cerebrales de un chamán de Veracruz, cuyo registro asombró a la comunidad científica en una conferencia de neurociencia en Alemania.
Así como las ya mencionadas demostraciones científicas de la comunicación telepática, analizó los registros electrofisiológicos del cerebro humano durante procesos de asignación de significado a estímulos geométricos concluyendo en el descubrimiento la relación entre la actividad cerebral y la fuerza gravitacional.
El Dr. Grinberg abordaba los temas como una unidad, no temía adentrarse a las turbias aguas filosóficas y psicológicas, ni a sonar tendencioso al conectarlo con ciencias exactas como las matemáticas o química. Era pues íntegro en su escritura y se esforzaba por mantenerse ecuánime y con objetividad.
Pero quizá su postulado de mayor relevancia es la Teoría Sintérgica, la cual estipula que nuestra interacción diaria es a través de una matríz simétrica hipercompleja que todo lo contiene, abarca y envuelve.
En esta matríz (la cual él denomina Lattice) está toda la información de cada elemento, pero no la cualidad.
La labor del cerebro (campo neuronal) es precisamente decodificar esa matríz informacional (Lattice) y lo resultante es la realidad que percibimos.
El Dr. Grinberg indica que nos equivocamos al creer que la realidad que percibimos es un estímulo de nuestros sentidos cuando en realidad es producto creado por nosotros (y antepasados), de tal modo, nosotros elaboramos la realidad.
Es así como Jacobo explica los inverosímiles actos de Pachita, pues ella era capaz de mimetizar la estructura fundamental de la Lattice al incrementar la coherencia ínter y transhemisférica, al hacer esto el campo neuronal deja de modficar la estructura fundamental de la Lattice y la conciencia se vuelve Unidad.
En este estado de Unidad total desaparece el ego y el sujeto de la experiencia se vueve un ente que es capaz de modificar la realidad desde sus orígenes.
Sin embargo, cuando su vida transcurria entre su laboratorio en la UNAM y sus experimentos y viajes, desapareció misteriosamente en 1994 sin dejar un solo rastro, esta declaración fue efectuada por su familia y amigos.
Las especulaciones que giran tras su desaparición varían: asesinado a manos de su esposa; la auto-reclusión del científico tras su elevado nivel de conciencia; la abducción a manos del gobierno norteamericano o sideral; guardián de recintos energéticos distribuidos por México tras el llamado Tolteca, y un largo e imaginativo etcétera.
Quizá aún mantenga su vida.
«Quien se siente unido al todo en sus múltiples manifestaciones,sabe que su cuerpo las contiene en tal forma queen su percepción del mundono existe lo interno y lo externo como dos reinos independientespero interconectados,ni tampoco el observador o lo observadocomo dos realidades separadas y dicotomizadas;más bien, una es la realidady ésta no admite separaciones»– J.Grinberg
Con información de https://revistarevoltura.wordpress.co
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