El paracaídas se desplegó, pero no se infló, comentó en un correo electrónico Kimberly Newton, una portavoz de la NASA. "La agencia tiene previsto facilitar más detalles del experimento en una conferencia de prensa el martes", agregó.
El paracaídas pareció desintegrarse de acuerdo con las imágenes grabadas de la prueba. El experimento se efectuó sobre aguas frente a la isla hawaiana de Kauai y tuvo como propósito la investigación de tecnología diseñada para reducir la velocidad en caída libre de un vehículo de descenso después de que haya penetrado la atmosfera marciana con rapidez supersónica.
Se trató de la segunda prueba de esta tecnología. En el primer intento, en junio de 2014, el paracaídas se rasgó durante el descenso. La NASA entonces modificó su diseño.
Uno de los principales objetivos del experimento de este año era probar un nuevo diseño del paracaídas que se espera sea utilizado en el planeta Marte en un futuro.
Nueva prueba. Durante este nuevo experimento la nave comenzó su descenso a una altura de 55 kilómetros de la superficie de la Tierra, donde el ambiente es similar a la tenue atmosfera marciana.
La agencia probó primero un aro en forma de rosquilla diseñado para que al inflarse reduzca la velocidad del vehículo de descenso que tiene forma de platillo volador. El paracaídas gigante debía después reducir todavía más la velocidad del aparato.
El paracaídas (llamado "Low-Density Supersonic Decelerator", o LDSD) es descrito por la agencia como "el mayor jamás desplegado". Tiene 30 metros de diámetro y su objetivo es "reducir la velocidad de entrada del vehículo de Mach 2 a una velocidad subsónica".
La tecnología no será utilizada pronto en alguna misión a otro planeta, de igual manera la NASA podría decidir no usar este método si fracasan en sus siguientes pruebas.
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