Cada 26 meses aproximadamente, la Tierra y Marte entran en una conjunción solar en la que los dos planetas están justo en extremos opuestos con el Sol entre ambos. Cuando eso ocurre, la radiación de la estrella produce fuertes interferencias en las comunicaciones de radio. No es que el contacto se pierda por completo, pero los técnicos de la NASA temen que las interferencias solares corrompan los datos de los comandos que se envían desde la Tierra, y eso pueda ocasionar un comportamiento errático o incluso daños en los cinco vehículos (2 rover activos y 3 satélites) que examinan Marte en la actualidad.
Para evitar que los comandos puedan ser malinterpretados, el centro de control de las sondas MAVEN Mars Odyssey y Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), y los robots Opportunity oCuriosity no enviarán órdenes. Las naves continuarán operando en modo automático y enviarán los datos que hayan recopilado a partir del 21 de junio. Para evitar que pudiera haber problemas de memoria con los datos almacenados durante ese tiempo, la NASA ha aplicado varios procedimientos de limpieza de datos en las sondas. [vía NASA]
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