MEN IN BLACK .- La nueva serie del canal SyFy, Colony, nos llega con un ligero retraso (se estrenó en Estados Unidos en 2016 y va ya por la tercera temporada), pero es bienvenida porque no abundan las series de ciencia ficción con algún interés.
Sin ser el colmo de la originalidad, Colony --a tenor de lo visto en los dos primeros episodios, dirigidos por el prestigioso realizador argentino Juan José Campanella, responsable de El hijo de la novia y El secreto de sus ojos, entre otras obras de mérito-- es un producto con capacidad de enganche que se mueve en el siempre atractivo mundo de las distopías siniestras (perdón por la redundancia, pues no conozco ninguna distopía que se distinga por su optimismo en el futuro).
En un año impreciso de un futuro no muy lejano, la ciudad de Los Ángeles ha sido invadida por una raza extraterrestre a la que le bastaron ocho horas para eliminar cualquier resistencia.
A los alienígenas no se les ve, solo a los colaboracionistas, que son muchos y lo controlan casi todo, especialmente a quienes deben mantener el nuevo orden: los políticos --denominados Próximos-- y la policía --los temibles Cascos Rojos que se encargan de que nadie se desmande y de que quien lo haga vaya a parar a un sitio misterioso conocido como La Fábrica--.
En esa tesitura encontramos a la pareja protagonista, Will Bowman (Josh Holloway, actor desconocido para quien esto firma) y su mujer Katie (Sarah Wayne Callies, la novia de Wentworth Miller en Prison break). Han cambiado su apellido por el de Sullivan, perdieron a uno de sus hijos durante la Ocupación, y mantienen un perfil bajo. Will trabajó para el FBI y Katie, sin que él lo sepa, está integrada en la Resistencia. La prioridad de ambos es encontrar al vástago perdido, y cuando Will es reclutado a su pesar por los invasores, que han descubierto su auténtica identidad, aprovechará su nueva posición social para intentar averiguar qué fue de él.
Ficción prometedora
De momento, no se nos dice si la invasión extraterrestre se ha extendido a todo el mundo, pues la acción se sitúa exclusivamente en Los Angeles, aunque es de suponer que así ha sido.
No sé si aparecerán en algún momento los alienígenas --momento siempre al borde del ridículo por la manera en que se suele maquillar a los humanos para que parezca que no lo son--, pero los muchos colaboracionistas ofrecen una triste visión de la capacidad de adaptación de los habitantes de nuestro planeta a las situaciones más draconianas: aquí todo el mundo va a lo suyo, solo piensa en su supervivencia personal y se dedica a medrar todo lo que puede.
Los resistentes son pocos y no están muy bien organizados, por lo que la posibilidad de redención la representan, prácticamente en exclusiva, los Bowman.
Hasta ahora, Colony es un entretenimiento muy prometedor que va racionando su información y consigue que te enganches.
Su tono realista es eficaz y no incurre en los habituales tópicos de las historias futuristas. Yo diría que está a medio camino entre V y sus lagartos y Black mirror, si tal cosa es posible.
Habrá que esperar a ver más episodios para comprobar su interés o darse de baja. De momento, yo espero con interés el tercero y el cuarto.
fuente: /cronicaglobal.elespanol.com
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