MEN IN BLACK .- Quizás, el «ET, phone home» no sea del todo imposible. Cuando todos vimos esta cinta siendo pequeños, lo creímos absolutamente; si el peculiar y algo viscoso alienígena deseaba tanto comunicarse con su familia, ¡¿cómo no iba a decirlo por todo medio posible?!
Sin embargo, cuando crecimos, preguntas más específicas invadieron nuestra cabeza.
Nos cuestionamos sobre el por qué tan fácil entendimiento o asimilación de ciertas palabras por parte del extraterrestre; sobre cuáles eran los razonamientos de la criatura para deducir que home se acercaba a su idea de casa, familia o comunidad.
Y, entonces, allí entra el trabajo de los lingüistas y las respuestas que puedan darnos al respecto.
Sheri Wells-Jensen —prestigiada investigadora en el ramo— dice que este interés en el tema por parte de los lingüistas viene de una intersección bastante peculiar con los escritores de ciencia ficción.
«Los escritores de ciencia ficción se han estado haciendo esta pregunta por siempre (¿Podemos hablar con los alienígenas?)», dice la profesora. A lo cual añade: «Pero podría decirse que todo comenzó con el mensaje de Frank Drake (enviado desde el radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico en 1974).
Ésa fue la primera vez que alguien transmitió un mensaje a otros sistemas estelares. Una vez que supimos que había exoplanetas, las cosas se volvieron reales.
Y cuando descubrimos el primer planeta en la zona habitable, muchas personas comenzaron a pensar "Oh, Dios mío". Solíamos preguntarnos si podría haber seres inteligentes por ahí en alguna parte.
Ahora, podemos señalar una estrella específica que sabemos tiene un planeta en la zona habitable y preguntar: ¿están ahí?».
Así, Wells-Jensen apunta que la indagación se dio, en primer momento, gracias a la imaginación, a creer que había cosas posibles y desconocidas; y que justo fue en ese seguimiento que la exploración científica se decidió a descubrir cuáles serían las posibilidades e implicaciones de una comunicación con seres de otra galaxia.
Especulaciones como la de Suzette Haden Elgin —escritora americana—, quien en una de sus novelas decía que la manera en que los cuerpos se forman y cómo las mentes interactúan con el medio ambiente son cruciales para la estructuración del pensamiento y el lenguaje, y que como consecuencia, los niños humanos sólo podrían aprender un idioma alienígena si los extraterrestres tuvieran cuerpos humanoides, han resultado en investigaciones más profundas, como las que dirige el METI –Mensajería a la Inteligencia Extraterrestre, por sus siglas en inglés–.
Muchos se ríen acerca de este programa. Otros hemos dudado sobre sus estudios y experimentaciones. Sin embargo, algunos de los principales lingüistas del mundo argumentan que los lenguajes humanos están conectados por una gramática universal compartida; y ahora algunos, incluyendo al lingüista más reconocido, muestran su optimismo universal al suponer que esta conexión podría extenderse también a lenguas e idiomas extraterrestres.
Padre de la lingüística moderna y pionero en la noción de una gramática universal, Noam Chomsky «ha dicho a menudo que si un marciano visitara la Tierra, pensaría que todos hablamos dialectos del mismo idioma, porque todos los idiomas terrestres comparten una estructura subyacente común», menciona Douglas Vakoch, presidente del METI.
Fuente: culturacolectiva.com
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