MEN IN BLACK.- 
En una noche oscura y tormentosa, en las profundidades del estado de Tamaulipas, México, un grupo de amigos decidió aventurarse en un viaje a la Sierra de San Carlos, una región conocida por sus paisajes majestuosos y misteriosos. 

Habían oído rumores de avistamientos extraños en la zona, historias que hablaban de una criatura alada con ojos rojos brillantes, similar a la famosa leyenda del Mothman en Estados Unidos. 

Intrigados y ansiosos por descubrir la verdad, se adentraron en la sierra, dispuestos a documentar cualquier fenómeno inusual.

A medida que ascendían, la neblina se espesaba, envolviendo el paisaje en un velo fantasmal. 

Los sonidos de la naturaleza se silenciaron, creando una atmósfera inquietante. 

De repente, un fuerte aleteo resonó sobre ellos, haciendo eco en el silencio. Juan, cámara en mano, apuntó hacia el cielo, capturando fugazmente una silueta oscura con alas extendidas.

"¡Lo viste!" exclamó Elena, con los ojos muy abiertos. Carlos, tratando de mantener la calma, comentó: "Podría ser un búho o un murciélago grande, pero... esos ojos..."

Antes de que pudieran procesar lo que habían visto, un chillido penetrante cortó el aire, un sonido que no pertenecía a ninguna criatura que conocieran. 

La figura se acercó, revelando su forma: una entidad alta y delgada con alas enormes y ojos rojos brillantes que parecían arder en la oscuridad. 

La criatura se mantuvo suspendida en el aire, observándolos con una inteligencia inquietante.

La criatura emitió otro chillido, más fuerte y agudo, y luego se lanzó hacia el bosque con una velocidad impresionante. 

El grupo, paralizado por el miedo y la fascinación, finalmente reaccionó y corrió tras ella, intentando seguirla. Sin embargo, la niebla y la oscuridad hicieron que se perdieran rápidamente.

Regresaron al campamento, agitados y confusos, sin saber si habían presenciado un fenómeno natural desconocido o algo más allá de lo explicable. 

Juan revisó las fotos que había tomado; en una de ellas, aunque borrosa, se veía claramente la figura del Mothman, con sus ojos rojos brillando como faros en la noche.

¿Era una criatura real, una manifestación de algo más allá de nuestra comprensión, o simplemente una ilusión colectiva? Carlos analizó muestras del área, encontrando rastros de una extraña radiación, mientras Marisol exploraba la conexión entre las leyendas locales y el fenómeno del Mothman.

El grupo finalmente se quedó con más preguntas que respuestas, conscientes de que su encuentro había abierto una puerta a lo desconocido, un misterio que quizás nunca resolverían completamente.